INVENTOR ECUATORIANO SE ADELANTO A TURIN Y SENTO LAS BASES DE LA INTELIGENCIA ARTIFICIAL EN EL AÑO 1902.
Creo la Clave Poligráfica a la que denominó METAGLOTA.
El aparato constaba de rodillos en los que mediante un manubrio se marcaba sobre una regla la palabra que se deseaba traducir y con una tecla se señalaba el idioma al que se debía trasladar, apareciendo en otro sector del cilindro la traducción. A pesar de la enorme importancia del invento, el Doctor Octavio Cordero Palacios no pudo completar su máquina traductora. Entre sus papeles se encontró la descripción de su invento, roto en pedazos. Después de su muerte, su hijo Rubén tomó contacto con el Gobierno para que se construyera el aparato que inventó su padre. Sus parientes cercanos los Doctores Humberto y Leoncio Cordero Crespo, depositarios de este secreto a petición de su primo Rubén, construyeron un aparato según la idea de su autor.
El Doctor Humberto Cordero, el día viernes 10 de enero de 1936, en presencia del Jefe Supremo, Ing. Federico Páez, de los Ministros de Estado, de tres expertos nombrados por el Ministerio de Comercio, de numerosos representantes de la Prensa capitalina y hasta de altas personalidades especialmente invitadas, hizo la demostración según nos relata el Doctor Rodolfo Pérez Pimentel: "La exhibición fue todo un éxito y se calificó la METAGLOTA de maravilloso Diccionario Mecánico", solo que el invento, en aquella época, no podía solucionarse mecánicamente por falta de algunos elementos. Hoy con la electrónica se habrían solucionado todos estos inconvenientes, ahora ya existen Diccionarios como el sueño del Doctor Cordero Palacios; la METAGLOTA.
De existir entonces la moderna cibernética , se hubiera construido ese "Diccionario". Lástima grande que esto no ocurrió, concluye el Doctor Pérez Pimentel.
Octavio Cordero Palacios inventor de una máquina de traducir idiomas llamada Metaglota. La ideó hacia 1902. La hizo conocer sin detalle a sus amigos en 1916. Entregó el invento a su hijo Rubén Cordero Crespo y a su hermano Alfonso Cordero Palacios.
El aparato pesaba lo que una máquina de escribir de entonces, traducía lo previamente escrito a cualquier idioma con traducción literal, pero con la estructura de la sintaxis del español, medía 60cm de largo, 40cm de ancho y 20cm de alto, el número de palabras disponibles era de seis mil voces. Nos cuenta Remigio Crespo Toral que:
El día once de enero del presente año, en el Salón Principal del Palacio de Gobierno y con asistencia del señor don Federico Páez, encargado del Mando Supremo de la República, de los señores ministros de Estado, de algunos miembros del Cuerpo Diplomático y de la Prensa, de profesores de la Politécnica y de algunas otras personas, el señor don Alfonso Cordero Palacios y el señor don Humberto Cordero Crespo, encargados de la demostración del invento llamado Metaglota, tradujeron mecánicamente a diversos idiomas, en ese aparato, las frases dictadas por los señores jefe supremo y canciller de la República, y la siguiente del señor Raimundo E. Enríquez, ministro de México, la cual fue vertida al inglés, al alemán y al ruso. (Enríquez dijo) “Si esta máquina inventada por el sabio Octavio Cordero Palacios traduce aunque sea literalmente, en español, lo que estoy escribiendo en inglés, será una de las maravillas del mundo”.
¿Qué pasó luego con el invento? Entró en los desencantos y olvidos de los amores frustrados. Tal vez Octavio Cordero tararee ahora desde algún universo paralelo
El 10 de octubre de 1980, el ingeniero Marco Tulio Erazo Vallejo, yerno de Cordero Palacios, y el novelista Eliécer Cárdenas Espinosa, bisnieto del inventor, entregaban el documento original de la Metaglota, —Pansingrafiador lo llamaba quien lo Ideó— al Museo Municipal de Cuenca.